Si sigues cayendo, no es porque seas débil. Es porque no te has dado cuenta de que no necesitas. seguir ahí. Cristo puede liberarte completamente.
Una guía paso a paso para dejar la lujuria desde la raíz. - Sin fuerza de voluntad. Solo verdad, convicción... y Jesús.
"Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad"
- 2 Corintios 3:17
Que pedía perdón, lloraba, prometía, y al día siguiente estaba otra vez cayendo. Un ciclo que no se detiene.
Una mezcla de culpa, vergüenza y sin poder controlarte a ti mismo. Pero lo más duro en el fondo es que...
Piensas que al dejarla vas a perder algo. Una sensación. Una válvula de escape. Una parte de ti. Y mientras sigas creyendo eso, vas a seguir atrapado.
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz...” — 2 Timoteo 2:22
La lujuria no te da nada. Solo te esclaviza. Solo te corrompe. No te relaja. No te libera. No te ayuda a amar más. Al contrario.
La lujuria no te da nada. Solo te esclaviza. Solo te corrompe. No te relaja. No te libera. No te ayuda a amar más. Al contrario. “Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales, peca contra su propio cuerpo.” — 1 Corintios 6:18
Cristo no te pide que luches con fuerza de voluntad. Te pide que cortes de raíz. Y te alejes de la lujuria. “Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que ser arrojado con todo tu cuerpo al infierno.” — Mateo 5:29
¿Tu teléfono? ¿Una cuenta de Instagram? ¿Una conversación que alimenta tu carne? Córtala. “Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que ser arrojado con todo tu cuerpo al infierno.” — Mateo 5:29
"Por tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación; lo viejo pasó, he aquí todo es hecho nuevo."
- 2 Corintios 5:17
Libre
con pecado limpio en Cristo
Creador de contenido Cristiano
Durante más de 3 años, fui esclavo de la pornografía. Por años me repetí que estaba luchando. Pero en realidad, solo estaba justificando mis recaídas. Veía a mujeres con lujuria. Me masturbaba y luego lloraba. Y lo llamaba “una batalla”. Hasta que Cristo me mostró que no estaba batallando.
Estaba obedeciendo a mi carne.Hoy entiendo que no necesitaba fuerza de voluntad. Solo necesitaba ver la verdad. Darme cuenta de que no gano nada en el pecado y gano todo con Él.
Dios me limpió.
“Pero fornicación y toda inmundicia… ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.” — Efesios 5:3
Hoy, después de mucho tiempo sin siquiera quererlo, puedo decirte que la victoria es posible. No porque yo sea especial, sino porque Cristo lo es.
Miles de hombres han encontrado libertad. Estas son algunas de sus historias.
"Después de 10 años luchando solo, encontré en Juan Carlos no solo un coach, sino un hermano que entendía mi dolor. Hoy llevo 2 años libre y mi matrimonio se ha restaurado completamente."
Miguel R.
Casado, 32 años
"Pensé que nunca podría ser libre. La guía me ayudó a entender que mi identidad no estaba en mi pecado. Cristo me ha dado una nueva vida y ahora ayudo a otros jóvenes en mi iglesia."
David L.
Estudiante, 24 años
No necesitas seguir con culpa. No necesitas seguir “intentando”. Necesitas decidir. Ver la verdad. Y dejar que Cristo te libere por completo. Descarga la guía ahora y da el primer paso hacia tu libertad.
Un plan práctico y bíblico que te ayudará a:
Respetamos tu privacidad. No compartimos tu información con terceros.
Cientos de hombres ya han encontrado libertad. Tú puedes ser el siguiente.